lunes, 9 de octubre de 2017

¿Inflexión política o Divisionismo estéril?


Desde el año 1998, Venezuela viene presentando un grado de parcialidad política muy alto, siendo éste la punta de lanza que amparaba a Hugo Chavez.

A Hugo Chavez, comunista nato, le interesaba con mucha urgencia lograr quebrar en dos bandos a la sociedad política venezolana, y según los estudios políticos y sociológicos, se logró a cabalidad.


Años atrás, la población acudía a un proceso electoral para votar por el candidato de su preferencia, sin muchos contratiempos, eligiendo al candidato que mejor llenaba sus expectativas, claro está, los candidatos fuertes los tenía AD y COPEI, sin embargo, estos postulaban a sus mejores fichas sabiendo que cualquier contendor podría ganar.

En la actualidad vemos como existen dos corrientes políticas, que no necesariamente son la Izquierda y la Derecha, sencillamente son Chavistas-Maduristas y Opositores al gobierno, y en base a esto, vemos como se ha llevado al límite el afán de ganar un proceso electoral. Por mi parte pienso, que a esta altura la gente sólo a ejercido su derecho al sufragio, sin embargo, no ha elegido a sus gobernantes.

El elegir a un gobernante, se deberia basar en el estudio paulatino y sistemático de su perfil y de sus propuestas, basándose en la necesidad que la sociedad presente en ese momento, pero acá en Venezuela, todo ha sido forzado y desesperado, la gente vota por cualquier personaje con tal de complacer su parcialidad política, y en eso ha estado el error, en no saber elegir a los mejores. Claro está, la corrupción gubernamental ha sido descarada y se ha forjado como la principal característica de los que hoy gobiernan, llevando a la gente a querer dar, de cualquier manera, un alto a esa situación.

Lo curioso es que, la inflexión política nos llevó a definir a quienes no sean adhesivo para la oposición o para el oficialismo, como traidores, sabiendo que, en un tiempo normal de democracia, el que hayan varias opciones es la manera más efectiva de sustentar un sistema democrático concreto donde sólo el objetivo sea que gane el mejor. Aunado a ello, vale acotar que, en Venezuela ni existe el tiempo de normalidad democrática como tampoco existe un filtro efectivo donde se le exija un mínimo de perfil a aquellos que quieran aspirar un cargo de elección popular, garantizando así, una posible buena gestión.

Ahora bien, en la sociedad se ha generado el alto nivel de inflexión política debido a lo que anteriormente les comenté, a la grave crisis multifacetica que atraviesa el país, y que a su vez, hace necesario e indispensable el unir fuerzas y forzar a un Cambio de sistema que es lo que anhela el venezolano, ya que luego, en teoria, se podrá sustentar nuevamente un proceso democrático donde no sólo se vaya a votar sino también a elegir a los mejores; claro está, para que nuevamente la normalidad vuelva a un proceso democrático, pasarán varios años.

Concluyo diciendo que, realmente el catalogar como traidor a aquél personaje que no se adhiera a los esfuerzos de alguna de las dos parcialidades políticas actuales, buscando la derrota del contrincante, es producto de la alta Inflexión política, pero dada esa situación en el momento de crisis que vive Venezuela, responsablemente se le puede llamar como Divisionismo estéril, que sólo busca evitar que el cambio de sistema tan anhelado llegue, teniendo en cuenta que, ni estamos en presencia de la normalidad de un tiempo democrático ni separados podremos generar un cambio contundente para el país.

Abg. James Rivas
UNT

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