De antemano quiero
recordar que la Asamblea Nacional Constituyente es un cuerpo sin sentido, estéril
y además, inexistente; y si en algún momento hubiese sido constitucional
tampoco tendría competencia alguna para convocar un evento electoral en el
país, sin embargo los payasos de ese circo, como Diosdado Cabello, se toman la
molestia de solicitar al Consejo Nacional Electoral cualquier cosa desde ahí, y
como lo preside otra payasa, pues esta nunca dice que no.
Diosdado solicitó al
CNE las elecciones presidenciales y se le cumplió su solicitud, luego propuso que
las elecciones parlamentarias fuesen con las presidenciales y posiblemente ya
eso este oficializado, como también Nicolas Maduro propuso que el 22 de abril
se lleven a cabo las elecciones legislativas estadales y municipales
conjuntamente con las antes mencionadas, y también es muy posible que así sea
cumplido.
El problema no
radica en que el 22 de abril se pretende tener una Mega Elección, el problema
comienza cuando sabemos que quien hace la solicitud es un cuerpo que no tiene
legitimidad constitucional (ANC) y el cuerpo que la oficializa está al margen
de la Constitución por carecer de legalidad (CNE) debido a que deber renovado
por el poder legislativo electo por los venezolanos (AN), en definitiva estamos
en presencia de una elección que estará viciada de nulidad absoluta.
Por otro lado, a
simple vista se puede presenciar que de darse esa elección, será una elección sin
contrincante alguno, ya que la Mesa de la Unidad Democrática ha decidido no
participar debido a muchos factores, entre los cuales destaca la no renovación del
cuerpo electoral rector de los comicios, como también, la carencia de derechos políticos
en el país y la violación sistemática y descarada de los Derechos Humanos.
Abg. James Rivas |
El gobierno, que está
en su mayor nivel de desesperación quiere jugar al “Todo o Nada”, pero lo hace
en su peor momento de popularidad, con la peor crisis polifacética de la
historia bajo su responsabilidad y al mismo tiempo, con un incumplimiento
flagrante a la Constitución, cosa que lo pone al margen del reconocimiento
internacional.
Es por ello, que
podemos sentir que se nos viene un proceso electoral al mejor estilo nicaragüense,
donde el gobierno paga y se da el vuelto, representando en una Mega Elección,
el Mega Fraude electoral de la historia democrática venezolana.
Es preciso indicar
que, la oposición venezolana debe actuar de inmediato y contundentemente ante
tal flagelo a la democracia, no puede perder tiempo para anunciar, denunciar y
demostrar el tropiezo que puede tener el país si se llega a consumar dicho
crimen electoral.
Una democracia verdadera
debe alimentarse con lo que en Venezuela escasea, comenzando por un pleno
cumplimiento a la Carta Magna y un respeto absoluto por los derechos de todos
los ciudadanos.
Concluyo diciendo,
de nada sirve participar en unas elecciones donde quien solicita la
convocatoria al proceso no existe, quien avala y cuenta los votos es ilegal, y
cuando uno de los participantes es un dictador y prefiere la muerte que la cárcel,
la cual le correspondería si perdiera.
@jamesrivast
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