La sociedad venezolana es muy cambiante en su estado de
ánimo, algunas veces está muy cabizbaja como en otras muy alegre y contenta,
los dos estados de ánimo son aceptables y además entendibles, sin embargo,
causa mucha curiosidad ya que en la actualidad no se está pasando por cualquier
situación crítica, sino que estamos en presencia de la peor crisis de la historia
venezolana.
Dicho esto, haré referencia al desfile ferial del día de ayer
domingo, que no sólo sirvió para una sana distracción, sino que también, para
demostrar la capacidad de un gran derroche económico en medio de la necesidad y
la triste realidad de generar algunos estragos en la ciudad.
El quehacer de cada ciudadano es algo muy personal, sin
embargo, el que en medio de la crisis las autoridades de gobierno se presten
para hacer ver al mundo que aquí no pasa nada, es bochornoso.
Cuando me he referido a la falta de coherencia que se ha
tenido en el discurso de algunos políticos, ha sido por ver “el hablar y el hacer” muy dispares; no
logro entender como se está luchando por la entrada de una ayuda humanitaria al
país por falta de alimentos y medicamentos, y las autoridades se disponen a dar
por hecho un proceso festivo donde el derroche de los que tienen y el gasto
inescrupuloso de los ciudadanos, demuestran todo lo contrario a los índices de
una sociedad que amerita una ayuda internacional de tal naturaleza.
Por otro lado, tenemos a simple vista una ciudad en abandono
con múltiples problemas de gravedad, que por cierto no ha tenido suerte con sus
mandatarios, y ahorita esperando que la situación fuese otra, nos encontramos
con unas decisiones de este tipo, a sabiendas que el desorden público debido a
la embriaguez por bebidas alcohólicas causará peores deterioros en el
Municipio.
Cabe mencionar que este tiempo festivo donde se celebra la
Feria Internacional del Sol, se programan tardes de toros, cultura española que
representa arte y pasión, a lo cual, no habría ninguna negativa si los
espectadores fuesen a observar con responsabilidad tales actos y no de manera
irracional buscando una excusa para embriagarse y generar en muchos casos,
desorden público.
Y hablando de desorden público, es preciso mencionar que ni
la gobernación del estado ni la alcaldía del Municipio, tendrían la posibilidad
de frenar un hecho de alteración al orden público masivo, cuando no se cuenta
con la policía del estado Mérida y la policía municipal tiene muy pocos
funcionarios, estaríamos esperanzados a la Guardia Nacional Bolivariana, y como
ya saben, es un cuerpo que sirve para reprimir y asesinar y no para proteger al
ciudadano.
En definitiva, vivimos en un tiempo totalmente difícil de
comprender y difícil de solucionar, la sociedad esta como volteada y
desordenada, ¡claro! son efectos de la misma crisis, sin embargo recuerden que
las políticas las puede cambiar un mandatario; pero la conciencia, nosotros
mismos.
@jamesrivast
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