Latinoamérica,
históricamente se ha caracterizado por grandes fracasos gubernamentales,
dictaduras, convulsiones sociales, corrupción, entre otros fenómenos, generados
por supuestos políticos con gestiones deprimentes que han empobrecido a sus
ciudadanos y todo bajo el diagnostico de aquella famosa enfermedad llamada
“Populismo”.
Cuando
se pensaba que América latina estaba preparada para dar un zarpazo a esa mala
fama política, que hace parte de sus características, surgió un evento que lo
detuvo de manera brusca, y fue la llegada de la izquierda resentida al poder en
Venezuela, por allá en el año 1998, figurado este momento con la llegada de
Hugo Chávez al poder.