La nueva transformación monetaria, a la cual será sometida la República
tiene de pelos parados a Nicolás Maduro.
El pasado 11 de diciembre, el presidente de la República anunció una
medida demasiado desfasada y absurda para el gusto de los economistas, medida
que consiste en el recolectar TODO el líquido monetario de los billetes de 100
BsF.
Paradójicamente, una luz intergaláctica ha iluminado el pensamiento del
gobierno con sus organismos de inteligencia y seguridad, llevándolos a
descubrir el gran contrabando monetario que ellos mismos han protegido en la
frontera colombo-venezolana, donde asombrados por su ineficacia han decidido
combatirla con medidas agresivas, pero lástima, les informo que una vez más se debe
decir que nada de sus esfuerzos atrasados darán resultado.
La pasada reconversión monetaria del año 2008, tardó no menos de un año
en cambiar los billetes viejos por los nuevos, pero en esta oportunidad no se
sabe que le dijeron a Nicolás, donde seguramente le hablaron de que si se podía
desaparecer el billete de más circulación a nivel nacional, debido a la alta
inflación existente, en 72 horas.
¡Vaya!, y suena curioso que luego
que ni el mismo Banco Central de Venezuela (BCV) tenía control sobre la
impresión de billetes de alta denominación, pretendan que en tiempo record,
sean regresados.
Ahora bien, sabemos que el Banco Central de Venezuela (BCV) no tendrá
la diligente respuesta para cambiar rápidamente o en 72 horas posteriores, el
poco dinero que los ciudadanos en colas decidieron depositar, pero este
fenómeno de desespero en la sociedad, que invita a despojarse de su pocos
ahorros en efectivo, le da la posibilidad al gobierno nacional de tomar más
control sobre el bolsillo de los venezolanos, volviéndose indispensable la
puesta en marcha de la nueva circulación monetaria, ojala y no sea regulada, o
más allá de eso, cuidado con una intervención bancaria.
Desde el punto de vista de las ciencias económicas, estas medidas
tomadas por el gobierno nacional y sus eruditos economistas, son de otro mundo,
donde ni las economías más avanzadas del planeta las pueden explicar.
Es propicio recordar que, la pasada reconversión monetaria buscaba
tener tres objetivos fundamentales, Un
Bolívar Fuerte, Una Economía Fuerte y un País Fuerte, pero se atravesó por
la vergüenza de ser todo lo contrario, porque lo que se logró fue tener una Crisis, una Inflación y un Contrabando
Fuertísimo, mucho más fuerte que la
reconvertida moneda, y es aquí donde nos preguntamos que, ¿Qué pasará con este nuevo intento del gobierno?.
Sin duda, al gobierno ya ni la suerte le acompaña, las pocas políticas
que ponen en marcha las ejecutan mal y no saben cómo mejorarlas, lo triste de
todo es que sigue siendo el venezolano quien sufre las consecuencias más
salvajes de los intentos anunciados por los inexpertos que nos gobiernan.
JAMES RIVAS
UNT
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